A traxedia do Bonifaz

Hoxe as verbas non van a ser miñas, van ser de Milagros Pereda Muñoz, filla de Gregorio e Ánxela ambos desaparecidos no naufraxio do petroleiro “Bonifaz” nas augas preto de Fisterra no ano 1964.

Volvendo a releer estas verbas non podo evitar que as bágoas agromen de novo nos meus ollos.

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Milagros Pereda Muñoz , filla de Gegorio e Ángela, ambos os dous desaparecidos no tráxico naufraxio do petroleiro "Bonifaz", publicou fai uns meses nunha revista de Cantabria este conmovedor artigo.

Recordemos, para nunca esquecer aos que deixaron as súas vidas no mar.

Tragedia del Bonifaz

Este año se cumplió el 44 aniversario del naufragio del buque tanque "Bonifaz".

Fue construido en los astilleros de Cádiz y entregado a la Naviera Castilla de Santander en febrero de 1959.

El 3 de julio de 1964 los tanques de la refinería ya contenían el petróleo que él "Bonifaz" había traído desde la terminal de Es-Sider, en Libia. Era la tercera vez que el petrolero completaba esa ruta: Carga en Es-Sider y descarga en La Coruña.

Ese mismo día a las 16:45 horas abandonó en lastre la ciudad gallega y su destino era Cartagena, donde tenía previsto terminar unas reparaciones que habían comenzado hacia mes y medio en Valencia. A bordo se encontraban 50 tripulantes y aprovechando la corta travesía, se habían unido cinco esposas que no iban enroladas, ya que debido a las normas de la naviera no podían embarcar. A las 20:00 horas empezó a presentarse una de las peores circunstancias que se puede dar en la navegación "La niebla".

Esa fatídica noche también navegaba por esas aguas el petrolero "Fabiola". Había tomado un cargamento completo en Túnez y se dirigía a descargarlo al puerto francés de Le Havre. Se trataba del buque francés más grande en el momento de su construcción.

Quiso el destino que los dos barcos se encontraran haciendo inevitable la colisión. El golpe fue muy violento. En ese momento eran las 22:12 horas. El "Bonifaz" impactó por el costado de estribor del "Fabiola" produciéndole desgarraduras de unos dos metros de largo, por donde comenzó a escapar petróleo de uno de sus tanques .Entre ambos cascos se produjo una fricción que, unido al petróleo que comenzaba a flotar por el agua y al que había saltado a la cubierta del buque español, que junto a la circunstancia de que los tanques permanecían todavía sin desgasificar, provocó una combinación muy peligrosa. En poco tiempo el fuego era una trágica realidad, envolviendo toda la zona de babor, a la vez que comenzaban a sucederse las explosiones en los tanques vacíos que desgarraban las entrañas del "Bonifaz".

En muy pocos minutos, toda la zona de popa se convirtió en un infierno. El petrolero francés, con fuego en cubierta y un tanque reventado, siguió su camino sin mirar atrás.

El capitán viendo la magnitud de la tragedia ordenó abandonar el buque, mientras el oficial de radio trasmitía un mensaje de socorro. Todos los que estaban en la zona de popa quedaron envueltos por lenguas de fuego que salían de los tanques.

Viendo el pavoroso incendio decidieron abandonar el buque. Dentro del bote salvavidas se acomodaron 23 personas, todas pertenecientes a la zona de estribor, ya que prácticamente todos los ocupantes de los camarotes de babor quedaron aprisionados y perecieron. El embarque fue largo y complicado ya que dos de los ocupantes que consiguieron embarcar presentaban graves quemaduras.

Desde el abordaje hasta la desaparición del "Bonifaz" bajo las aguas no había pasado ni media hora y con él se fueron al fondo diecisiete tripulantes y tres mujeres.

Los barcos que recibieron el mensaje de socorro fueron el alemán "Slogan Málaga"; el destructor de la Armada Española "José Luis Diez" y el mercante "Setas".

Dos de los desaparecidos del petrolero "Bonifaz" eran mis padres Gregorio Pereda y Ángela Muñoz. Tenían 40 y 39 años y dejaron 5 hijas de edades comprendidas entre los 19 años de mi hermana la mayor y los 7 que tenía yo.

Uno de nuestros sueños fue siempre saber el punto exacto donde descansa el barco y con él nuestros padres, para poder ofrecerles unas flores, ya que durante 44 años las hemos estado arrojando en la costa de Cantabria.

Fue una casualidad que una de mis hermanas, por ese ansia de saber que les pasó a nuestros padres, buscó en Internet "naufragio Bonifaz" y la llevó hasta una pagina llamada "Homes de pedra en barcos de pau". Es de Manuel Martínez Caamaño, patrón de barco muradano, amante de la mar y persona tremendamente sensible con los temas de naufragios.

En su página hablaba del barco "Bonifaz" y de que conocía el punto exacto del hundimiento y como los pescadores no echaban las redes en ese punto por respeto a los muertos. Esa noticia nos estremeció, le mandamos un correo diciéndole que nosotras habíamos perdido allí a nuestros padres y nuestra mayor ilusión era honrarles donde están sus restos.

Lo que parecía que era solo un sueño nuestro, fue haciéndose cada vez más grande, pues decidimos buscar familiares de los demás desaparecidos.

Empezamos por poner notas de prensa y radio para poder dar con todos y contarles el hallazgo que habíamos encontrado y preparar un viaje a Muros (La Coruña) para honrar a nuestros muertos como se merecían.

La llamada dio sus frutos y nos encontramos con viudas, hermanos, hijos y amigos de los fallecidos. También conocimos a supervivientes de la tragedia.

Todos acogieron con alegría y entusiasmo la idea de hacerles un homenaje, y con la ayuda de Manuel y la asociación cultural del pueblo (SORUM) empezamos a preparar lo que para todos era un sueño.

Tras largos meses de preparación llegó el día de nuestra partida hacia Muros.

Desde Cantabria partimos un autobús con 40 personas, otros se dirigían desde otros puntos como Vizcaya o Cartagena y el resto los encontrábamos en Muros de donde eran 4 de los tripulantes desaparecidos.

El homenaje consistía en 5 actos: El día 11 de julio visitaríamos Finisterre, el 12 se celebraría un acto civil, uno religioso, una ofrenda floral y una comida de confraternización.

Nuestra visita a Finisterre se podría decir que fue una de las más emotivas que hemos vivido, había magia, el mar estaba en calma como diciéndonos que no siempre es tan violento, el cielo estaba azul y el sol se reflejaba en el mar formando un camino de luz hasta el lugar donde descansa el barco.

El estar tan cerca de sus restos después de 44 años, hizo que nos invadiera la emoción y la tristeza de una forma desmedida. Lloramos largamente y nos hubiéramos quedado horas contemplando el inmenso mar que para nosotras es la tumba de nuestros padres. Fue una tarde que jamás ninguno olvidará.

Allí se depositaron flores, se les cantó, rezó y se les dijo una poesía. Todos notamos su presencia y nos hizo sentirnos bien.

El día siguiente 12 de julio nos esperaban más emociones.

Comenzó el homenaje con un acto civil en el salón de actos de la casa de cultura de Muros. Se leyeron varios discursos y se hizo entrega de regalos, entre ellos varios libros que me fueron entregados por el Ayuntamiento de Polanco y la Asociación Socioultural.

A continuación el acto religioso se celebró en la iglesia parroquial de Muros. La misa estuvo oficiada por cuatro sacerdotes y cantada por la coral muradana. Se cantó la Salve Marinera, a todos nos emocionó.

Un cuadro con las fotos de los 25 fallecidos presidió el altar. Se hizo una ofrenda floral y el ramo se lo entregamos a Manuel para que cuando saliese a la mar lo tirara en el punto exacto donde descansa el barco y con el nuestros seres queridos.

El gobierno de Cantabria nos mandó una corona de flores y la depositamos en los brazos de (A Vella do Paseo) una escultura de una vieja mirando al mar esperando que regresen sus seres queridos.

El poeta gallego Marcelino García Lariño, nos leyó una poesía hecha por él para la ocasión.

Para terminar nos fuimos a comer al "Restaurante Anido", éramos 150 personas.

De este viaje traemos mucha paz y una nueva gran familia, con la que estamos configurando una nueva asociación llamada "Náufragos de la mar", para ayudar a todos aquellos cantabros que se han visto y que desgraciadamente se verán afectados por nuestro mismo mal.

Esta es la historia de un sueño hecho realidad. Espero os guste.

  • Milagros Pereda Muñoz.

A Cara máis íntima do naufraxio

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