Galicia es una de las comunidades autónomas españolas con mayor riqueza natural y paisajística. Por ello, no es de extrañar que los gallegos reciclen cada vez más y se sitúen a la cabeza en muchos rankings elaborados a nivel nacional. Pero, antes de llegar a ese paso, es necesario reducir lo que consumimos y reutilizar lo que ya tenemos. Se trata de aplicar la "Regla de las 3 R”, de la cual queremos hablar aquí en profundidad. 

La primera R: reducir 

Hablamos, en concreto, de reducir el volumen de productos que consumimos, es decir, de evitar la adquisición de cosas que no necesitamos o su uso innecesario. El motivo es simple: las materias primas, en mayor o menor medida, son recursos finitos. 

Pero ¿cómo reducir lo que consumimos y cambiar ciertos hábitos por otros más beneficiosos? Aquí damos algunos ejemplos que no deben tener un gran impacto en nuestra vida cotidiana: 

• Dejar el coche en casa siempre que no sea estrictamente necesario su uso y sustituirlo por la bicicleta o el transporte público como solución de movilidad. 
• Usar el período de garantía de nuestros teléfonos móviles en lugar de comprar otro nuevo cuando sufre algún problema. 
• Cerrar el grifo mientras lavamos los platos. 
• Sustituir las servilletas de papel por las de tela. 

La segunda R: reutilizar 

Consiste, fundamentalmente, en dar una segunda vida útil a los objetos que ya hemos utilizado. Con ello conseguiremos generar menos residuos, reducir la extracción de materias primas y suprimir el gasto energético necesario para la fabricación de otros nuevos o para su reciclaje. 

Por ejemplo, podemos elegir un buen pegamento para zapatos que nos sirva para reparar las suelas o los tacones que se hayan despegado y así seguir usándolos.

También tenemos la posibilidad de pintar de otro color las sillas, mesas y demás piezas de mobiliario para ajustarlas a las nuevas cualidades decorativas del hogar. 

La tercera R: reciclar 

La falta de reciclaje y la eliminación incorrecta de los residuos tiene un grave impacto sobre el medioambiente. De hecho, no es extraño que se organicen batidas de limpieza por parte de voluntarios para retirarlos. Por suerte, según Ecoembes, durante los últimos 12 meses la cantidad de residuos reciclados en Galicia ha crecido un 11,5 %. 

Sin embargo, solo hay que recurrir al reciclaje una vez agotadas las vías anteriores ya que supone un gasto energético a tener en cuenta. Es inferior al necesario para fabricar un producto totalmente nuevo, pero implica emisiones contaminantes para el medioambiente. 

Lo más importante a la hora de reciclar es tener espacios habilitados específicamente para ello en casa como, por ejemplo, contenedores domésticos. Para hacerlo todo perfectamente, debemos disponer de: 

• Un contenedor marrón para los residuos orgánicos derivados de los alimentos (cáscaras de frutas, posos de café, etc.). 
• Un contenedor amarillo para los envases (bricks de zumo o leche, latas de refresco, etc.). 
• Un contenedor azul para el papel y cartón (periódicos, revistas, flyers, etc.). 
• Una botella de plástico para el aceite usado. 
• Una bolsa para pilas gastadas. 
• Un contenedor gris para los residuos que no puedan reciclarse. 

En definitiva, aplicando la "Regla de las 3 R" dentro de nuestro hogar estaremos protegiendo el medioambiente. Son tres acciones sencillas que pueden suponer un cambio radical para el futuro del planeta a corto, medio y largo plazo.