sábado. 13.09.2025
El tiempo

A contratación da campá maior de Rus, en Carballo, en 1791

foto da fachada da propia igrexa de Rus-Carballo
Imaxe da fachada da propia igrexa de Rus
A contratación da campá maior de Rus, en Carballo, en 1791

É difícil determinar cal é a mellor campá de toda a comarca de Bergantiños, pola súa grandeza, sonoridade e pola delicadeza decorativa usada polo fundidor na súa feitura. O primeiro posto, ao meu xuízo, estaría disputado por tres campás maiores: a de Sofán, a de Seavia e a de Rus. Pola súa antigüidade e singularidade do seu son, aínda que o sistema de electrificación fai que non luza como tería que soar realmente, gañaría sen dúbida a de Rus. Conservamos o contrato, ou máis ben, a idea suxerida nun cabido veciñal sobre a campá, documento datado en 1791, ao campaneiro Francisco Blanco. A campá de Rus tiña que ter una condición indispensable: ser escoitada dende todos os puntos da dilatada xeografía parroquial. O documento é o seguinte:

Junto al atrio de esta feligresía de Santa María de Rus a dieciocho días del mes de septiembre año de mil setecientos noventa y uno ante mí escribano y testigos parecieron presentes Joseph Fernández, Felipe Fernández, (…) todos vecinos de esta referida feligresía (…) dijeron que mediante no solo está fenecida y acabada la obra de frontera y torre de campanas de la parroquial iglesia de dicha feligresía que con las facultades necesarias se emprendió en el año pasado de mil setecientos ochenta, sino que también lo están que se siguieron a ella como fue hacer puertas, poner vidrieras, y sus herrajes, hacer la tribuna, techo y fayado de encima de ella y otras, y ahora solo resta para que dicha obra quede con la debida decencia y perfección poner en dicha torre y su hueco o boca campana que dice al frente y no la tiene una que sea capaz y pueda oírse no solo por los vecinos de la baja, en cuyo distrito está situada dicha iglesia, sino también por los de la alta, que viven a mayor distancia a que no alcanzan las que hay, ni aún a donde viven muchos de la citada baja; por tanto y que con ocasión de transitar por esta dicha feligresía y oír misa en la iglesia parroquial de ella el día de san Lorenzo, diez del próximo pasado del mes de agosto, don Francisco Blanco, maestro campanero vecino de la ciudad de Santiago, algunos de los aquí otorgantes que asistieron a aquella misa parroquial trataron acerca de ello y construcción de dicha campana y su precio con el citado maestro quien ofreció hacer dicha campana con toda perfección, conducirla hecha desde la ciudad, colocarla de su cuenta en dicha torre y para ello traer la maroma y aparejo correspondiente de modo que solo se le había de dar por el vecindario ayuda de hombres para mover el sarillo, y la madera y carpinteros para la estada y armar el pescante en dicha torre, quedando todo lo más de su cuenta y a su cargo y en cuanto al precio que había de ser el regular de nueve reales por cada libra de las que así pesase dicha campana el mismo que se le pagaba en todas partes y había llevado por otras que fabricó para las iglesias de este paraje y era precio corriente el que tomaría en plazos conforme sin mayor detrimento y gravamen se le pudiese ir entregando por los mayordomos o fabriqueros deudores en cuya atención y conformándose los aquí otorgantes con que bajo dichas condiciones se haga y coloque dicha campana en la citada torre, desde luego dan poder en bastante forma al actual fabriquero Matías García para que de acuerdo con el señor Cura párroco trate con dicho maestro campanero a fin de que ejecute dicha obra y haga la citada campana otorgando con arreglo a las condiciones en el caso con el referido maestro la obligación recíproca o contrata que sea necesaria todo lo que en cualquier tiempo se ofrezca aprobarán y ratificarán los otorgantes y los más por quien van obligados por ser lo que va capitulado útil y decente a unos y otros y muy correspondiente al ornamento de la motivada torre por cuya falta está manifestando indecencia, cuyo importe con arreglo a dicho ajuste y que sumare por libras o arrobas cobrará y aprontará el motivado mayordomo fabriquero u otro que le siga si en su tiempo no se feneciere y acabar la colocación y paga de dicha campana, acudiendo para ello a la justicia o haciendo en el asunto todas las más diligencias que sean precisas y las mismas que los otorgantes hicieran presentes, siendo y llevando en todo la referida intervención con el precitado señor Cura por constarles a los que otorgan el buen celo y equitativo proceder que siempre uso y usa con todas las cosas y obras de dicha iglesia y en el caso de que al citado fabriquero le sea preciso sustituir este poder o darlo de nuevo a algún procurador lo pueda ejecutar que los otorgantes desde ahora y para cuando suceda lo han por bueno firme y valedero y contra esta escritura y lo que en su virtud se hiciere, no irán en tiempo ni manera alguna pena de no ser oídos ni admitidos en juicio ni fuera de él, y para mejor lo cumplirán se sujetan con poder en forma bajo el dominio de las justicias seglares de S.M. y su fuero para que así se lo hagan haber por firme y lo contenido fuera sentencia definitiva pasada en cosa juzgada consentida y no apelada, cerca de que renunciaron a todas leyes a su favor con la general en forma en testimonio de lo cual así lo otorgaron, firmó el referido Matías García, fabriquero con todos los más que dijeron saber y por los que no un testigo a su ruego  de ellos presentes que lo son don José González de Cejas, Francisco Puga, vecinos de esta feligresía, y don Ramón Francisco de los Reyes, vecino de la de Santa María de Ferreira, y yo escribano que de todo ello y que conozco a casi todos los otorgantes, doy fe”. 

Máis artigos de Luís Bermúdez

Comentarios