El cautivo

Lo que le falta a Cervantes es una sobrina, y valiéndose de esta carencia de heredera valedora y denunciante, el progre de Amenábar ha hecho una película contándonos “su” Cervantes. No se sabe si cuando concibió tal patraña iba puesto de poper o estaba por aceitar del ungüento de Fierabrás - o sea, medio descalabrado -. El caso es que con menuda perla ha contribuido a degradar aún más el cine español de las últimas décadas. Si Fernando Rey levantara la cabeza…
Que no, hombre. Que no. Que así, no. El cineasta del año nos viene a revisionar a todo un Cervantes partiendo de no se sabe qué rigor histórico. Como si las vidas de los que ya no la tienen fuesen interpretables y sirvieran para que el personal se ejercite realizando las deducciones de lo que pudo haber sido y no fue y todo eso que cantaban Los Panchos. Hasta ahora, todo el orbe terrestre supo que el manco de Lepanto resistió heroicamente, y aún sobrevivió para contarlo, a sus cinco años de cautiverio en Argel. De modo que lo propio sería que el onanista de Alejandro nos ahorrase al conjunto de la ciudadanía sus pensamientos pornógrafos y que no nos hiciera pagar sus fantasías con nuestros impuestos. Con decírselo a sus amigos en la caña del viernes, llegaba. Nadie dice que el secuestrador de don Miguel no se la quisiera endiñar, pero de ahí a conjeturar que él consentía mansamente, hay un trecho. Sinceramente, no lo sé; pero me gustaría consultarlo con los estudiosos Javier Brandariz y Antonio Mendoza, porque no me acabo de creer que un adalid de las Españas, falto de brazo a causa de un tiro de arcabuz, se dejase vilipendiar por un turco de telenovela. Tres fueron las veces que Cervantes intentó fugarse de la cárcel donde estaba preso, de modo que muy a gusto se ve que no estaba. Pero estos datos nos los dan los libros; o sea, que ni caso. ¿Pará qué estudiar la Historia pudiéndonosla inventar? Mucho más divertido, dónde va a parar.
Amenabar, lo que no se puede es confundir los baños de Argel - cárceles - con las saunas de Chueca y sobre ese siniestro homoerótico crear una suerte de “La pasión turca" - Dios salve a Ana Belén - a lo LGTBY non plus ultra.
- Abraham Trillo. Estudante, paseante e escritor.
MÁIS ARTIGOS DE ABRAHAM TRILLO
- “Las mujeres que lloran no saben mentir“
- María Pombo ou a mediocridade con filtro
- O oveiro.
- Help the Poor. Eric Clapton, B.B. King
- El joven y el mar
- Unha aperta
- Cen anos de saudade: Corcubión 1923- 2022
- Un pracer
- Vento.
- Ging tonic de campo
- Como comer un coño sen manchar o bigote
- Los ilusionistas
- Domingo.
- Pois iso.
- Antes que nada.
- Apagón.
- Semana Santa
- Urxencias.
- De alcaldesas, virxes, santas, secretarias, monxas e demais herbas que o campo nos dá nesta época do ano
- Cambio de hora.
- De pixama e bata.
- Tristana.
- Un gorrión sentimental.
- Dor de gorxa.
- Os bos polos e os polos bos.
- O novo Carrumeiro. O Carrumeiro de toda a vida.
- Bar Sanín, Dende 1954.
- Garganta con arena.
- Federico.
- Onde din Centro Recreativo Cultural digo Casino
- Escribindo tonterías.
- Ceevilla ten unha cor especial.
- Últimos días para Fin de Ano
- Jou, jou, jou.
- De Casares Quiroga a La Flor del Jamón pasando por Juan Carlos Monedero
- Aire!
- Merca o décimo e que che quiten o bailado.
- Álvaro Pombo existe.
- Vai por tempadas.
- Defuntos
- Amancio Prada e os que van con el.
- A apoloxista de Cortázar
- “A muller de ollos mouros e intensos”
- Voltar a Hemingway
- Viva la vida! Viva el amor!
- Polo amor de Fidel.
- Luns sen artigo... Ya se verá
- “Detrás de la niebla siempre hay algo”.
- Hastag #Xunqueira2024
- Mar de ardora
- Síguenos receitando.
- 240.
- Posta de (non) sol.
- Un delfín cachondo e duascentas oitenta e catro palabras
- Memorias de un mujeriego.
- Adnama.
- A comprar xenxibre.
- Habaneras de La Coruña
- Vivamos como galegos, pero soñemos como americanos
- Cen viños máis cen libros.
- Letras Galegas
- Escribir sen escribir.
- No tan Gotán.
- San Marcos de Corcubión. San Marquiños querido.
- Posible, hipotético, probable, suposto Manolo
- De Pla y María Dolores.
- Venres Santo.
- E o neno de Sanlúcar volveu brillar
- O Minotauro, Cela, e outros animáis fantásticos
- García Márquez